¿Cómo podemos atender las Dificultades Específicas de Aprendizaje?

Para  diagnosticar y atender estas DA los menores deberán ser atendidos por especialistas, pasar por una evaluación psicopedagógica compuesta por un conjunto de actuaciones encaminadas a recoger, analizar y valorar la información sobre las condiciones personales de la niña o niño, su interacción con el contexto escolar y familiar y su competencia curricular, con el objeto de delimitar sus necesidades educativas y planificar la intervención adecuada que permita proporcionar una respuesta educativa que logre desarrollar, en el mayor grado posible su aprendizaje.

Pero mientras esta evaluación se realiza, existen estrategias que podemos realizar desde casa, y en los lugares donde lleve rutinas de apoyo escolar o de ocio y tiempo libre.

Entonces,  ¿cómo atender las dificultades de aprendizaje?

En los supuestos donde el menor participe en las actividades de apoyo escolar o de ocio y tiempo libre, las personas voluntarias  perciban dificultades en su desempeño, o cuando a la madre o padres se les informa de las dificultades de aprendizaje suelen surgir dudas acerca de ¿qué hacer con ellos?, ¿cómo poder trabajar? Los adultos deberán buscar información para poder afrontar esta situación para atenderlo y tomar las medidas pertinentes.

Para dar respuestas a estas interrogantes y brindarles  ideas para trabajar con los menores desarrollamos a continuación varios consejos y recomendaciones que como padres, madres y personas voluntarias necesitamos saber:

  • Lo principal y más importante en la medida de lo posible es que los y los voluntarios  estén  informados de lo que está ocurriendo con el menor, informándose sobre el posible diagnóstico y el significado de estas dificultades.
  • Siempre tratar de entender la situación desde el punto de vista del menor, es decir, ser empático con ella o él.
  • Permitirse escuchar sus necesidades con atención, dando importancia a lo que el expresa.
  • En la medida de lo posible controlar los sentimientos de rabia, pena o frustración ante la imposibilidad de ayudarlos.
  • Evitar forzar al niño o la niña para que trabaje más, sino entender el esfuerzo que está realizando y darle el tiempo que él mismo necesite.
  • Estimular su autoestima resaltando los logros que está consiguiendo, reforzando las actividades que realiza y darle ánimo para continuar trabajando a pesar de las dificultades.
  • Darle la oportunidad para hacer actividades diferentes como pintar, hacer deporte, tocar un instrumento musical, etc.
  • Recordar que el rol que desempeñamos siempre debe ser de guía, es decir, no resolver los problemas, sino darle más alternativas para que ellos pueda tomar sus propias decisiones.
  • Si se presentan casos de tareas largas, es importante determinar si se puede recortar, dividir la tarea en secciones y realizar por segmentos separados.
  • Valorar la posibilidad de tener descansos cada 15 o 20 minutos entre los deberes.
  • Sería muy positivo para el niño el uso de juegos didácticos como el ahorcado, la sopa de letras, crucigramas, palabras locas o juegos de rimas, para trabajar su  atención y concentración.
  • Si se presentan dificultades en el cálculo, ayudarle a comprender los problemas utilizando materiales concretos como lentejas, cerillas, monedas, pinturas.
  • Hacerle los momentos educativos  más prácticos, y siempre darle  instrucciones paso a paso.
  • Organizar el aprendizaje (lo que queremos que el niño aprenda) en partes pequeñas, en un orden lógico y con una meta clara.
  • Incluir en las actividades de aprendizaje una gran parte visual basada en gráficos, dibujos,
  • Estimularles para que utilicen todos sus sentidos, así recordarán mejor el material aprendido.
  • Para ayudarlos en el lenguaje, repetir correctamente las producciones de los niños pero no remarcarle que no se dice así, por ejemplo, si el niño dice, “los murciélagos chupan sangre”, el formador o formadora dice, “hay algunos murciélagos que chupan sangre y otros que no”.
  • Estimular su razonamiento, plantearle preguntas abiertas de manera progresiva y crear un relato a partir de las respuestas, por ejemplo: “¿qué hiciste antes de dormir?”, “lavarme los dientes”, “¿y qué más?”, “leer un cuento”, “¿y con quién leíste el cuento?”, “con mamá”, “ah entonces, antes de dormir te lavaste los dientes y leíste un cuento con mamá”.
  • Realizar distintas actividades lúdicas donde se anime a utilizar el lenguaje para describir experiencias, contar cuentos o realizar predicciones.
  • Para mejorar su lenguaje, es conveniente que obtengan mayor conciencia de los movimientos articulatorios a la hora pronunciar, es por esto que se les debe animar a alargar los sonidos de las sílabas y observar las sensaciones, un ejemplo: el cosquilleo en los labios.
  • A la hora de trabajar es importante mantenerlo cerca, tener en cuenta dónde está sentado, siempre es mejor para su atención que este cerca de la persona que él siente como su guía, ya sea su papá, mamá o la persona que este con él.
  • Es importante reducir al máximo los distractores como juegos, ventanas, objetos,  especialmente en niños con problemas de atención y tener sólo los materiales que necesite para la tarea.
  • Las órdenes deben ser muy simples, breves y secuenciales. Por ejemplo, “Laura, saca tu estuche y tu libro de matemática”, “muy bien”, “cuando termines me llamas”.
  • En lo posible mantener un contacto visual con el menor o la menor, que este fije su atención en lo que la persona guía le está explicando.