¿Cómo podemos saber si estamos ante alguna de las Dificultades Específicas de Aprendizaje?

Te preguntarás ¿cómo podemos identificarlas en nuestra acción voluntaria? A continuación analizaremos brevemente situaciones que se pueden presentar, a las que debemos prestar mucha atención cuando trabajemos con  menores.

Recuerda que detectar cuanto antes estas posibles dificultades, permitirá poder intervenir en ellas para reducir la gravedad y las futuras repercusiones. Esta detección recae  la mayoría de las veces en las personas que rodean al niño: familia, profesores, orientadores, y en las personas voluntarias…  ya que todos nos relacionamos con el niño y la niña y  observamos su evolución.

Así que,  ¡prestémosle atención a los diferentes síntomas que nos avisan de posibles dificultades!

Una herramienta muy recomendada es el de guiarnos por las edades y sus procesos de aprendizaje,  por eso a continuación les menciono algunas características que pueden ponernos en alerta.

Algunas señales tempranas de una dificultad específica de aprendizaje en niños y niñas de entre 2 y 4 años pueden ser:

  • Dificultades de atención: No miran cuando se les habla, no atienden a las instrucciones, se distraen con facilidad, abandonan rápidamente las tareas sin terminarlas.
  • Dificultades para comprender lo que se les dice, cambian de tema o interrumpen constantemente.
  • Dificultad para expresar lo que quieren decir y comunicar.
  • Problemas para aprender conceptos nuevo, como formas, números…

En niñas y niños de entre 5 y 6 años,  acá es cuando  inicia el aprendizaje formal de la lectura, escritura y el cálculo lo cual  puede ser un proceso complicado para ellos y es donde debemos estar más atentos.

  • Presencia de errores en la lectura y escritura confundiendo letras, cambiándolas de posición por letras similares.
  • Les resulta difícil aprender cálculos sencillos por no ordenar correctamente las secuencias de números y a la vez problemas para aprender secuencias temporales.
  • Dificultades para recordar la información aprendida, problemas de atención, motivación y conducta.
  • Presenta letras ilegibles, no deja espacio entre palabras, suele escribir inclinado sin direccionalidad, en la escritura varia el tamaño de las letras.
  • Problemas de percepción de las distancias y del espacio, confusión entre la izquierda y la derecha, dificultad con el ritmo y los lenguajes musicales.

En niños y niñas de 7 años en adelante, ya  deberían  leer y escribir bien, si esto no es así debemos estar atentos si observamos:

  • Lectura ineficiente: confunde letras, cambia palabras, lee despacio con ritmo entrecortado y errores.
  • Dificultades en la expresión escrita a la hora de hacer redacciones y comprender un texto para responder a preguntas relacionadas.
  • Presenta omisión de letras y sílabas, adiciones de letras y sílabas, transposición de letras y sílabas, sustituciones entre letras de sonido parecido.
  • Escribe palabras incompletas, palabras irreconocibles
  • Realiza unión o separación defectuosa de palabras, adición u omisión indebida de mayúsculas.
  • Además no comprende los enunciados de matemáticas, por lo que no puede realizar el ejercicio correctamente ni acabarlo.
  • Por último, pero no menos importante, destacar la presencia de factores emocionales como ansiedad, bloqueos, rechazo escolar o baja autoestima.

En el caso de que se llegase a  reconocer algún síntoma de alarma en un niño es importante que se le comunique a  la mamá y al papá, estos  son una figura de referencia para ellos, y es esencial que sean grandes observadores y que presten todo el apoyo que puedan, acudiendo a los profesionales en estas áreas (psicólogos, pedagogos, psicopedagogos, orientadores…)  para atender y evaluar los problemas de aprendizaje mediante una intervención psicopedagógica adecuada.